En la madrugada de hoy, lamentablemente, María Teresa Irigoyen, conocida afectuosamente como Teresita, nos dejó a la edad de 87 años debido a una descompensación. Su partida ha sumido a la cultura, la historia y la educación de Lobos en un profundo sentimiento de pérdida.

Su destacada carrera como educadora fue seguida por una etapa como narradora e historiadora, en la que cautivó repetidamente con relatos y libros que reflejaban su perspicacia y prodigiosa memoria. A través de sus obras, Teresita logró mantener la atención del público, incluso en exposiciones prolongadas.

Su legado de logros es vasto y comenzó en su papel como docente. Destacan sus fundadoras contribuciones al Grupo de Apoyo a la Cultura, sus conferencias impecables, la creación del Diccionario Vincular de Lobos en dos volúmenes y sus obras personales, como "Estampas lobenses" (con ilustraciones de Andrea Avagnina) y "Cautivo". Asimismo, su influencia se extiende a las dos partes de "El Guardián de la Memoria", su obra más reciente, cuyo primer tomo fue presentado en 2018 y el segundo en diciembre de 2021.

Los escritos de Teresita perdurarán en las páginas del semanario La Palabra y el Periódico Lobos, además de su serie de relatos para Radio Lobos, transmitida en el aniversario de Lobos en junio de 2010.

Comenzó su carrera educativa como docente en el Colegio de Hermanas y posteriormente contribuyó al sistema educativo en escuelas rurales de Lobos, Navarro y Suipacha.

Teresita, dotada de una mente privilegiada, dedicó su vida al servicio de la historia de Lobos. Su genialidad se caracterizaba por una simpleza que la engrandecía aún más. Su legado perdurará en la memoria de la comunidad lobense como un ejemplo de compromiso y pasión por la preservación cultural e histórica.