Desde hace cinco noches, el puente distribuidor que conecta las rutas 205 y 41, junto con sus bajadas, subidas y colectoras, se encuentra prácticamente a oscuras. De las 24 torres lumínicas que deberían iluminar la zona, solo cuatro permanecen encendidas, generando una situación de alto riesgo para los automovilistas.

La falta de visibilidad impide a los conductores divisar la cartelería, que en muchos casos está obsoleta y despintada, aumentando el peligro de accidentes.

La oscuridad total en las bajadas y desvíos convierte al lugar en una verdadera "boca de lobo", algo paradójico en una ciudad como Lobos. Ante esta situación, surge la pregunta: ¿quién es la autoridad responsable de mantener en condiciones este puente distribuidor? ¿La Nación, la Provincia o algún otro organismo?

La comunidad espera que esta crítica situación se revierta con urgencia, ya que las condiciones actuales hacen del lugar un punto proclive a siniestros viales. La falta de mantenimiento y la ausencia de iluminación adecuada exigen una solución inmediata para garantizar la seguridad de quienes transitan por el lugar.